domingo, 30 de septiembre de 2012

CLASE 1: ¿QUÉ ES LA LITERATURA?

Sesión 1

UNIDAD 1 

INTRODUCCIÓN A LA LITERATURA UNIVERSAL. LAS LITERATURAS ANTIGUAS. LOS TÓPICOS LITERARIOS.

Galería de imágenes fantásticas (Renco08 en DeviantArt)

Descripción inicial de lo que nos proponemos

En esta breve unidad didáctica queremos acercarnos al fenómeno literario en general. Si bien sabemos que no vamos a llegar a una comprensión completa de qué es, queremos al menos tocar lo que entendemos por literatura (también conocida como poesía), obra literaria y texto literario, de la mano del repaso que S. Stuart Park hace de las teorías más relevantes del siglo XX, que usaremos como guía, con algunos añadidos de otras fuentes. Nos fijaremos, dentro de las figuras retóricas, en los tropos, especialmente en la metáfora, y nos estudiaremos bien los tópicos literarios más frecuentes, que prácticamente aparecen a lo largo de la historia de la literatura de cualquier punto geográfico y de cualquier cultura. Sin afán de estudio, intentaremos explicar los arquetipos.
            De otro lado, pasaremos rápidamente por lo que hemos venido a llamar “literaturas antiguas”, la mayoría de ellas orientales, dejando, eso sí, para la Unidad Didáctica siguiente la literatura greco-latina y la Biblia, también textos antiguos. Como ya comentamos en la Clase de Presentación, no podemos detenernos en profundizar en estas ricas literaturas, al menos no en las clases, aunque procuraremos ampliar la información aportada en el libro de texto de Anaya.
            En otro orden de cosas, intentaremos entender qué se nos pide en los ejercicios 1 y 2 de la PAU.

EL FENÓMENO LITERARIO

                Antes de adentrarnos en el estudio de épocas, países, autores, escuelas y obras y, lo que es más apasionante aún, antes de acercarnos a la lectura directa de obras maestras, podríamos empezar preguntándonos: ¿QUÉ ES LA LITERATURA? Pregunta, por otro lado, de muy difícil respuesta. Y aquí, en el caso de la asignatura de Literatura Universal, esta pregunta nos lleva inmediatamente a otra: La literatura, ¿es un fenómeno universal? ¿Hay pueblos sin literatura? Según la cultura o el transcurrir del tiempo, ¿se dan diferencias en el concepto de literatura?
            Efectivamente, y antes de intentar decir QUÉ ES la literatura, podemos contestar a la última pregunta apuntando que cada cultura y, especialmente, cada época, ha ido perfilando de modo distinto el fenómeno literario. En sus orígenes, los textos literarios eran, de un lado, “muy serios”, en el sentido en que eran mitos, leyendas e incluso pasajes místicos, mágicos o religiosos, en ocasiones de gran trascendencia para naciones y conciencias; de otro, no podemos pensar en pueblos que no cantan cuando trabajan o duermen a un bebé, que no celebran ni lloran colectivamente, una literatura oral de carácter popular que hemos de suponer presente en todos los tiempos y en todas las culturas, aun cuando estas culturas no nos hayan dejado testimonio escrito. Incluso, en este marco popular, la literatura ha tenido espacio para una faceta lúdica, de puro entretenimiento, cuyas manifestaciones más sencillas aparecen en frases ocurrentes, trabalenguas, chistes o historias de entretenimiento. Hoy en día, la literatura parece estar referida al ámbito del arte pero asimismo del ocio, aunque aún se sigue vinculando también a la reflexión y el pensamiento (el ensayo literario), a la investigación (por ejemplo, las complejas novelas históricas tan de moda ahora suelen estar basadas en estudios históricos muy concienzudos, o las de ciencia-ficción pueden estar configuradas en torno a teorías físicas, químicas, biológicas, matemáticas, …), a la biografía, a la experimentación y el juego con el lenguaje oral, escrito y visual (de la que la publicidad ha sacado buen provecho), a lo filosófico, a lo religioso, a lo místico, …
            Es muy conocida la extensa definición de literatura que nos ofrece Octavio Paz (y a la que él llama por su verdadero nombre, poesía). Lo bueno de esta definición es que no es científica en sentido riguroso, sino literaria, de modo que la literatura se explica a sí misma con su propio lenguaje y sus propias leyes de expresión:

La poesía es conocimiento, salvación, poder, abandono. Operación capaz de cambiar al mundo, la actividad poética es revolucionaria por naturaleza; ejercicio espiritual, es un método de liberación interior. La poesía revela este mundo; crea otro. Pan de los elegidos; alimento maldito. Aísla; une. Invitación al viaje; regreso a la tierra natal. Inspiración, respiración, ejercicio muscular. Plegaria al vacío, diálogo con la ausencia: el tedio, la angustia y la desesperación la alimentan. Oración, letanía, epifanía, presencia. Exorcismo, conjuro, magia. Sublimación, compensación, condensación del inconsciente. Expresión histórica de razas, naciones, clases. Niega a la historia: en su seno se resuelven todos los conflictos objetivos y el hombre adquiere al fin conciencia de ser algo más que tránsito. Experiencia, sentimiento, emoción, intuición, pensamiento no-dirigido. Hijo del azar; fruto del cálculo. Arte de hablar en una forma superior; lenguaje primitivo. Obediencia a las reglas; creación de otras. Imitación de los antiguos, copia de lo real, copia de una copia de la Idea. Locura, éxtasis, logos. Regreso a la infancia, coito, nostalgia del paraíso, del infierno, del limbo. Juego, trabajo, actividad ascética. Confesión. Experiencia innata. Visión, música, símbolo. Analogía: el poema es un caracol en donde resuénala música del mundo y metros y rimas no son sino correspondencias, ecos, de la armonía universal. Enseñanza, moral, ejemplo, revelación, danza, diálogo, monólogo. Voz del pueblo, lengua de los escogidos, palabra del solitario. Pura e impura, sagrada y maldita, popular y minoritaria, colectiva y personal, desnuda y vestida, hablada, pintada, escrita, ostenta todos los rostros pero hay quien afirma que no posee ninguno: el poema es una careta que oculta el vacío, ¡prueba hermosa de la superflua grandeza de toda obra humana!
(OCTAVIO PAZ: El arco y la lira. Fondo de Cultura Económica, México, 1056, p. 13)

            Ya aquí podemos observar, primero, la dificultad por encontrar una definición adecuada y única para que el concepto LITERATURA o POESÍA abarque todos los textos considerados literarios y, segundo, las muchas aristas que presenta el fenómeno literario. Nosotros, a un nivel de Bachillerato, podemos esperar de un texto literario cierta profundidad de contenido en general (aunque algunos textos vanguardistas, por ejemplo, carecen conscientemente de ello) y un uso muy especial del lenguaje en lo que se refiere a la forma, siendo todos ellos textos cuya fuerza es CENTRÍPETA, al ser la FUNCIÓN POÉTICA DEL LENGUAJE la predominante. Su base es la METÁFORA, o mejor dicho, la METÁFORA NOVEDOSA.  Porque la metáfora se encuentra en nuestro lenguaje cotidiano y de todos los días (un mar de dudas, darle a otro el corazón, estar hecho polvo, echar una mano,  ) y llega hasta el científico (la madre naturaleza, el equilibrio osmótico, la pirámide de las especies, …). De hecho, algunos piensan que todo el lenguaje es metafórico, que el origen de cada palabra es metafórico. Porque si para cada nuevo concepto tuviéramos que inventar un vocablo nuevo, una serie de sílabas únicas para ese concepto, el lenguaje sería imposible (a nuestra mente le resultaría más difícil recordar las palabras y abarcarlas todas). La diferencia está, entonces, en que las metáforas del lenguaje cotidiano no nos suenan ya como metáforas, han perdido su originalidad y pasan a ser asumidas por los hablantes como expresiones “normales”. Algunas, no obstante, conservan su expresividad: esa es la diferencia entre decir Estoy muy cansado y decir Estoy hecho polvo. Pero la mayoría pasan desapercibidas, ni siquiera nos llaman la atención: Ella se ha puesto una cola de caballo; Se puso como una fiera; No le dio cuartos al pregonero; La vía láctea; Se puso las botas; Metió la pata; Un caballito de mar; Hola, mi alma; … Sin duda, en su momento sonaron originales y llamarían mucho la atención, pero ya no. Sin embargo, en los textos literarios la metáfora ES original, de nueva invención, y puede que esté creando o descubriendo una nueva realidad antes no nombrada, o SUENA original, porque adopta nuevas significaciones o matices, porque se usa en nuevos contextos, o porque, después del tiempo, vuelve a su significado denotativo.
De este modo, a nadie le resulta llamativo, al hablar de amor, decir la frase Te doy mi corazón, o Has conquistado mi corazón, o Me has roto el corazón. Aunque bien dicho nos puede sonar muy bello o romántico, lo cierto es que no nos damos cuenta de que se trata de una metáfora apenas, ni nos llama demasiado la atención. ¡Se ha usado tanto, durante tanto tiempo, …! Sin embargo, cuando se nos explica que en Irán y otros países del mundo en lugar de Te doy mi corazón se dice Te doy mi hígado para expresar amor incondicional, ¡nos resulta tan chocante! ¡¡Nos resulta hasta asqueroso!! Porque para nosotros el hígado es una víscera, nos imaginamos el hígado real, pero cuando hablamos del corazón ya no nos imaginamos el término real, el órgano, la víscera. El hígado, tan necesario para la vida como el corazón y, por tanto, tan legítimo para representar la parte central de nuestra existencia, nuestra misma vida que ofrecemos al ser amado, es para nosotros una metáfora literaria para significar amor, porque para nosotros es original. La metáfora nueva es el mejor recurso que tiene el lenguaje humano para expresar cosas nuevas o hasta entonces no descubiertas. De ahí que se constituya, más allá de ejemplos ocurrentes o graciosos, en una poderosa arma lingüística para referirse a lo trascendente y, por tanto, sea usada en textos sagrados y místicos. La palabra espíritu, en griego, significa también ‘viento’; Dios sopló sobre Adán recién creado para darle vida: es el hálito que anima los cuerpos inertes, el ánima (= alma) de los seres vivos (animados).
O bien los textos literarios manejan las metáforas de siempre de tal manera que suenan originales. Cuando Jorge Manrique escribe Nuestras vidas son los ríos / que van a dar en la mar / que es el morir, desde luego que la imagen del transcurso de la vida como un río que no puede ir hacia atrás y del mar como el final, la muerte, estas metáforas, no se las ha inventado él, sino que tienen ya una larga tradición. Sin embargo, la lectura de estos versos nos conmueve, ha conmovido a generaciones de lectores, y nos hace reflexionar. La metáfora del fuego como sentimiento o pasión amorosa es antiquísima (aparece, por ejemplo, en el Cantar de los Cantares, uno de los textos más antiguos de la Biblia, que se supone recoge una tradición oral aún más antigua); sin embargo, los poetas no dejarán de usarla, muchos de ellos con el acierto de que al lector les suene originales, y le sorprenda o conmueva.

Y esto mismo que decimos de la metáfora, podemos decir de cualquier figura literaria, del uso del lenguaje en general, de ahí que se diga que los textos literarios usan el lenguaje verbal de una manera “especial”. Esto nos lleva a la imagen del escritor usando un lenguaje artificioso, complicado, culto, de un lado, pero al mismo tiempo también se dice que el poeta busca el lenguaje original, el primitivo, desentrañando la maraña que el uso ha ido revolviendo con las palabras y encontrando el lenguaje básico, el auténtico. De ahí que Octavio Paz dijera que la literatura es el  Arte de hablar en una forma superior; lenguaje primitivo.
Dice S. Stuart Park que la obra literaria se define en función de su relación peculiar con el mundo (p. 19). Aunque lo normal es que, como cualquier otro texto, en el texto literario aparezca “el mundo”, la realidad que nos rodea, lo cierto es que los textos literarios, a diferencia de los no literarios, tienen un estatuto especial (Park, p. 19), son diferentes en este sentido, y este “estatuto” lo nota cualquier lector. Por ejemplo, aunque no seamos conscientes de ello, notamos rápidamente la diferencia entre un texto de un libro de historia cuya finalidad es hacernos entender la figura de Napoleón Bonaparte, aunque esté muy bien escrito y con expresiones ocurrentes y bellas, de una novela cuyo protagonista sea Napoleón Bonaparte, por muy veraz y documentado históricamente que esté. El primer texto, del que sin duda podríamos obtener placer estético al leerlo, deja ver la intención informativa, referencial que posee, pues apunta desde el texto hacia el mundo, en este caso la figura de Napoleón Bonaparte. La función del lenguaje de este texto sería REPRESENTATIVA (o REFRENCIAL) porque su objetivo fundamental es ofrecernos información de lo que hay ahí fuera, en la realidad que existe fuera del propio texto: el lenguaje procura “representar” la realidad, se “refiere” a algo externo. Este texto histórico, como la mayoría de los textos, tiene una estructura CENTRÍFUGA, es decir, apunta hacia fuera del propio texto, hacia la realidad del mundo. Sin embargo, el segundo texto, el literario, tiene una estructura CENTRÍPETA, es decir, apunta hacia dentro de sí mismo: el texto, aunque puede tomar elementos de la realidad (la figura de Napoleón, acontecimientos históricos, ciudades reales, objetos reales, …) no busca, en el fondo, representarla, sino crear una nueva realidad, la realidad del propio texto. La importancia del texto literario es el propio texto literario, cuya función primordial ya no es la representativa, sino la función POÉTICA. A veces los libros de texto nos dicen que los textos literarios crean belleza con el lenguaje: pues bien, se refieren a que su función básica es la poética, a que son textos de estructura centrípeta, son un mundo en sí mismos. No se refieren a que son textos “bellos”, en el sentido de bonitos o agradables: hay muchos textos muy bellos que no son en absoluto literarios, y textos literarios muy “feos”, originalmente horrorosos, como cuando alguien dice que se lo ha pasado “bien” viendo una película de terror. ¿Por qué una novela basada en hechos reales es literatura y no historia o biografía? Porque la estructura del texto apunta hacia dentro del texto, porque el texto nos absorbe mientras lo leemos, porque lo importante es el propio texto, porque el propio texto es un mundo aparte, aunque esté basado en el mundo real que conocemos. Por eso otros libros de texto dicen que “la literatura crea mundos de ficción”.
Unicornio en la luna - Imágenes fantásticas para compartir -Moon and unicorn
Para terminar por hoy, reproduzco una cita literal de Park (p. 19) a este respecto:

[…] la obra literaria … se nutre de los fenómenos, conceptos y sentimientos de la realidad circundante; de ellos parte; a ellos se refiere; y sobre ellos reflexiona. Pero su estructura es centrípeta: crea su propio mundo, autónomo e independiente. Es el mundo de los espejos, de los laberintos, del autorretrato dentro del cuadro; el mundo, en suma, de la metáfora. Nada allí es real; nada hay tan real como el mundo de la creación poética. Sus mesas sirven para comer, sus casas son habitables; pero sus casas y sus mesas significan siempre otra cosa también. Los molinos de viento de La Mancha dejaron de ser sólo eso desde que el Caballero de la Triste Figura tomó su lanza y arremetió un día con furia contra ellos.
       La estructura literaria es esencialmente centrípeta, y el universo que crea pertenece a la imaginación. La poesía invita al lector a franquear un umbral, a penetrar en un jardín, a emprender un viaje, a asombrarse en un país de maravillas o someterse por un tiempo a un maldito reino de terror, La obra literaria, “caracol donde suenan los ecos de la música universal”, símbolo y visión de lo posible, devuelve al lector a la rutina cotidiana con una nueva visión, con más fina audición: la poesía, en suma, recrea al mundo. El hombre, desde la poesía, no aspira a menos.
Una puesta de sol inolvidable - Recuerdos del verano - Magic sunset
LA METÁFORA

            Dentro de las figuras literarias o retóricas de contenido, hay unas muy especiales, consideradas las más potentes, que se denominan TROPOS. El tropo más importante es la METÁFORA que, como ya sabes, consiste en decir una cosa para significar otra.
            Se supone que la metáfora nace de otro tropo más sencillo, el SÍMIL o COMPARACIÓN, que consiste en eso, en comparar dos elementos que guardan semejanzas entre sí: La luna llena es como un enorme queso blanco. Aquí hay dos elementos de comparación: el primero, la luna llena, y el segundo, un enorme queso blanco. Se observa el parecido y se ponen en relación mediante una comparación, aquí construida mediante la partícula “como”. Esta comparación es muy evidente; cuanto más sutil y difícil de vislumbrar sea el parecido entre los elementos que se comparan, más original y chocante resultará, y por tanto será más literaria.
            La metáfora da un paso más, y en lugar de comparar, identifica los elementos. Ya no dice que la luna es como un queso, sino que la luna es un queso. Bien sabemos que no es así, la luna no es un queso, claro, pero tampoco pensamos que el que lo ha dicho crea que la luna sea un queso, entendemos que ha usado una metáfora. Cuando el poeta dice que los cabellos de su amada son hilos de oro y sus dientes perlas, sabemos perfectamente que no lo dice literalmente. Si así fuera, esa dama sería rica, pues podría vender, cada vez que se pelase, sus cabellos en un local de COMPRO ORO. No; evidentemente sus cabellos no son hilos de oro: son rubios y muy valiosos para el enamorado, como el oro. Se trata de una metáfora. Cuanto menos evidente sea la correspondencia o parecido entre el TÉRMINO REAL (cabello, dientes) y el TÉRMINO IMAGINARIO (hilos de oro, perlas), más poética y original resultará.
            Si en la metáfora aparecen tanto el término real como el imaginario, entonces la metáfora es IMPURA: Tus ojos son dos estrellas. Si sólo aparece el término imaginario, entonces la metáfora se dice que es PURA: Las dos estrellas que brillan en tu rostro. Como en este ejemplo, a veces es fácil encontrar el término real en las metáforas puras (no es difícil caer en la cuenta de que las estrellas que brillan en el rostro son los ojos). Pero esto no siempre es así. En otras ocasiones, la metáfora se hace difícil, y puede dar lugar a diferentes interpretaciones o a la ambigüedad.
            Siempre que nos enfrentemos a un texto literario es muy importante identificar y entender las metáforas. Esto no quiere decir que en cualquier fragmento literario por fuerza haya de haber metáforas, pero si las hay las tenemos que señalarlas y explicarlas.
            En otro orden de cosas, siempre podemos considerar al texto literario como una gran metáfora, pues su estructura es centrípeta, y siempre hace referencia “a otra cosa también”, como decía S. S. Park. Sin embargo, no te recomiendo a que te aventures a explicar el significado de la lectura profunda (simbólica) de un texto literario, no al menos en un examen, salvo que esté muy claro o lo hayas estudiado y lo sepas de antemano. En otros casos, es mejor abstenerse (podemos meter la pata), o bien, si decides arriesgarte, dejar claro que es tu hipótesis, que lo supones, te lo parece.
Puesta de sol en la playa - Atardecer - Sunset at the beach
Ejercicio 1. Lee de nuevo la cita de Octavio Paz. Contesta razonadamente: ¿qué es lo que hace que este texto sea especial (literario)? ¿Qué destacarías de él? ¿Sabrías decir que figura literaria se está usando constantemente?
Si respondes de manera satisfactoria, estoy dispuesto a darte hasta 0’05 puntos de aprobación.
Ejercicio 2. LOS TROPOS. Presentación en Power Point sobre los tropos, con actividades sobre la metáfora. Podrías verlo, no se tarda demasiado. SOLICÍTAMELO POR CORREO ELECTRÓNICO (si eres un alumno mío de Literatura Universal). Puedes verlo también a través del siguiente enlace:

http://cms.manojitos-de-mirra.webnode.es/lengua-castellana-y-literatura-eso-/literatura/
Si respondes de manera satisfactoria, estoy dispuesto a darte hasta 0’05 puntos de aprobación.
Ejercicio 3. Lee la entrevista a Ted Cohen, en este mismo blog. Es un texto extraído de La Vanguardia (aunque no entero, se han quitado fragmentos; siempre puedes ir al original a través del enlace). Tiene actividades.
Si respondes de manera satisfactoria, estoy dispuesto a darte hasta 0’05 puntos de aprobación.
fotografías muy lindas para facebook, twitter y blogs






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